lunes, 9 de mayo de 2016

Invierno

Invierno en Milán
Lluvias, flores caídas de guayacán, árboles secos, proporciones áureas en los copos de cristal, fracturas por lo helado en los labios y en la piel, el hielo hecho fractal. Voy despacio, el cielo lo amerita; vamos despacio, que este clima no perdona a nadie. También el mundo tiene cierta urgencia de detenerse cada tanto para poder florecer una vez más.

Producir retoños cada tanto, retornos novedosos llenos de vida y plagados de diferencias minimalistas es un gran esfuerzo, pero es una urgencia. Tanto es un deseo como una necesidad, quizá por estética o por simple necedad, tiene la vida este dulce darse a la tempestad.

Que sea entonces este el invierno para mi alma invadida por la gripa y para tantas otras a las que les hace falta descansar. Para todos los que soñamos con cerrar los ojos de par en par y sólo respirar, les presento el invierno para que mañana podamos despertar una vez más. 


[Escrito: lunes festivo 09/05/2016]
*Equívoco para "Memoría": Corazón, pero es puntual.